En el MARGEN LATERAL IZQUIERDO están relacionadas las OPCIONES que te ofrecemos y en el CENTRO-DERECHA, las ENTRADAS que puedes ver.

sábado, 29 de marzo de 2014

A mi mujer (JHM)

Eres como la brisa del mar, Hanna,
tan agradable, natural y sana...
Afloraste en mi vida, como la ola
que besa arena, pero no la asola,
como agua que brota del manantial
de sierra, cuando es época estival.

Eres la mar, con su sal y sus algas.
La mar, con su ritmo suave de olas,
con sus intentos de devorar rocas,
con el rugir de sus plurales bocas,
su bravura, su fuerza, su inquietud,
sus lamentos de espuma y su quietud.

Eres la mar que canta, susurrando,
la mar, Hanna, que vino cabalgando
por sus azules y verdes praderas,
salpicando espumosas pasajeras.
La mar que oteé, desde mi montaña,
con mis amarguras y mi patraña...

Y, si no fueras la mar, ¿qué serías?
Has convertido mis noches en días,
desde que llegaste, con tu sonrisa,
que sale del mar, igual que la brisa.
Como, de un bebé, su dulce sonrisa,
así me llenaste, el alma, de brisa.

Ya no suena, en mí, el canto de sirena
que llegaba del mar, hasta la arena
sobre la que descansaba, febril,
de la larga pesadilla sin fin,
de mi noche eterna, fría y sin luz,
de la que me rescataste tú... ¡Tú!
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario