Hurtaste las más bellas joyas de mi alma
y no protesté... ¡Sólo porque eras tú!
Me heriste en mis más escondidas entrañas
y no me quejé... ¡Sólo porque eras tú!
Me hundiste en mi orgullo, me quedé sin nada
y no reclamé... ¡Sólo porque eras tú!
¡Únicamente, mi amor, porque eras tú!
Algún día, tendrás que saldar la deuda
que la natura te tiene registrada.
Cuando te lo exija, tú, tan sólo... ¡Sílbame!
Aunque lesionado, tú, no dudes... ¡Llámame!
Acudiré, en tu ayuda, sin vacilar.
No puede haber nada que me haga dudar.
Sin pensar... ¡Sólamente porque eres tú!
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